|
Día echo $row["numero_dia"]; ?> |
||
| echo $row["tema_dia"]; ?> | ||
|
|
echo $row["cita_sabiduria"]; ?> echo $row["cita_nt"]; ?> echo $row["cita_at"]; ?> |
|
En octubre de 1962 se llegó a un punto muerto en el enfrentamiento entre el presidente Kennedy de Estados Unidos, y el primer ministro Khrushchev, de la Unión Soviética, en el asunto de los misiles emplazados en Cuba. La Crisis de los misiles en Cuba casi deriba en la Tercera Guerra Mundial, pero logró evitarse porque lograron comunicarse. Decidieron poner un teléfono rojo en el escritorio del presidente de Estados Unidos y otro en el del primer ministro de la Rusia soviética. El enlace se denominó «teléfono rojo». Si en algún momento existía el peligro de algún malentendido, simplemente ellos podían levantar el teléfono y comunicarse.
La comunicación es vital para todas las relaciones. Apartar tiempo para desarrollar y nutrir la comunicación resulta esencial. Jesús te ha dado un «teléfono rojo», una línea directa, con Dios, pero no es solo para casos de emergencia sino para utilizarse todo el tiempo.
Abrirse ante Dios
¿Cómo pueden cumplirse tus deseos? El salmista dice: «Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón» (v.4). En lugar de perseguir las cosas que deseas, si te deleitas en Dios él te dará los deseos de tu corazón. Permitir que Dios te dé cosas es mucho mejor que tratar de obtenerlas por tu cuenta. Él promete:
Suceden muchas cosas que podrían hacer que tuvieras temor e incluso entraras en pánico. Pero el salmista repite tres veces: «No te irrites» (vv.1,7b,8b). No hemos de ser envidiosos (v.1b). En cambio, vuélvete al Señor, lleva ante él tus temores y «confía en el Señor» (v.3). La fe es confianza, es lo opuesto al temor y el pánico.
«Encomienda al Señor tu camino» (v.5). Esta es la clave para recibir dirección de Su parte: lleva la decisión a Dios, pídele que actúe y confía en Él. Una y otra vez he utilizado este versículo en mi propia vida. También lo he usado al orar con otros que luchan ante la toma de decisiones, en especial sobre sus empleos o ante la elección de una persona para formar una familia.
Es un proceso sencillo que consta de tres partes. Primero, encomienda la decisión a Dios en oración, pidiéndole que abra las puertas que sean adecuadas para ti y que cierre las que no sean buenas. Segundo, acto seguido, confía en que Él tiene el control. Tercero, ten fe en el Señor mientras prosigues «tu camino» con la expectativa de que Él obrará.
Usa tu línea directa con Dios. Aparta tiempo, «guarda silencio ante el Señor, y espera en él con paciencia» (v.7). Esta es la fuente que hace «que tu justicia resplandezca como el alba» (v.6). Es la forma de evitar preocuparse y estar enojados, como también encontrar paz y esperanza (vv.8-9).
Oración
Señor, guárdame del temor, la envidia y la ira a medida que confío en ti. Hoy quiero consagrarte mi camino. Guardaré silencio ante ti, Dios. Me deleitaré en ti.
Escuchar la Palabra de Dios
Tu línea directa con Dios implica una comunicación de doble vía. Comprende tanto el hablar a Dios en oración como escuchar sus palabras. Este fue el secreto del ministerio de Jesús. Nadie ha tenido jamás un ministerio tan poderoso como el suyo. A nadie se le ha exigido mayor disponibilidad de tiempo y energía como a Jesús.
Todos querían su auxilio. Cuando pidieron la ayuda a Jesús para que sanara a la suegra de Simón, la sanó. Impuso sus manos sobre todos los que eran llevados ante él y los sanaba. Predicó continuamente el evangelio (4:44). Sanó a los leprosos. Las multitudes iban en aumento; «acudían a él multitudes para oírlo y para que los sanara de sus enfermedades» (5:15).
¿Cómo podía hacerlo? ¿Cuál era su secreto? ¿Cuál era la fuente de su poder? «Cuando amaneció, Jesús salió y se fue a un lugar solitario» (4:42). «Él,[Jesús] por su parte, solía retirarse a lugares solitarios para orar» (5:16). Nunca podrás sobrellevar las exigencias de la vida en el reino de Dios a menos que recargues tus energías por medio de tu línea directa con Dios.
La multitud «lo apretujaba [a Jesús] para escuchar el mensaje de Dios» (v.1). Usando la barca como púlpito, Jesús enseñó a la multitud (v.3). Escuchar la Palabra de Dios por medio de Jesús transformó la vida de Pedro.
Pedro no solo atrapó una gran pesca sino que también captó una gran visión de lo que Dios podía hacer con su vida. Tres años después predicó un sermón en el que 3000 personas se convirtieron en un mismo día. Estableció los cimientos donde 2000 años más tarde más de 2000 millones de personas profesan el nombre de Jesús. ¿Qué lecciones podemos aprender de esta parábola viviente?
Hasta entonces no habían pescado nada pero cuando Jesús dio la orden recogieron una pesca abundante. En el mar de Galilea había bancos fenomenales de peces que cubrían el mar pareciendo un cuerpo sólido en una extensión de hasta media hectárea.
Aunque limpiar las redes era importante para los pescadores, el propósito principal era capturar peces. La tarea principal de la iglesia es la misión. Jesús dice: «Lleva la barca hacia aguas más profundas, y echen allí las redes para pescar» (v.4). Hay mucha gente que necesita recibir el mensaje de Jesús.
La primera reacción de Pedro fue negativa y pesimista. No pensaba que funcionaría: «Maestro, hemos estado trabajando duro toda la noche y no hemos pescado nada» (v.5a). No obstante, posiblemente luego de una larga pausa, dijo: «Pero como tú me lo mandas, echaré las redes» (v.5b). Jesús hizo posible lo que parecía imposible. «Así lo hicieron, y recogieron una cantidad tan grande de peces que las redes se les rompían» (v.6).
«Entonces llamaron por señas a sus compañeros de la otra barca para que los ayudaran. Ellos se acercaron y llenaron tanto las dos barcas que comenzaron a hundirse» (v.7). El trabajo en equipo es clave para la misión. La falta de unidad aparece como algo desagradable para quienes están fuera de la iglesia. El trabajo en equipo y la unidad son muy atrayentes.
La primera reacción de Pedro fue sentir su propia indignidad: «¡Apártate de mí, Señor; soy un pecador!» (v.8). Al mismo tiempo él y los demás estaban asombrados por la pesca abundante (v.9). Quizá se sintieron intimidados, pero Jesús dijo a Pedro: «No temas; desde ahora serás pescador de hombres» (v.10). Entendieron que era una visión que merecía la pena seguirse: «Así que llevaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, siguieron a Jesús» (v.11).
Oración
Señor, gracias porque me has dado una línea directa a ti. Ayúdame, como Jesús, a buscar tiempo a solas contigo, a aislarme a lugares solitarios, orar y escuchar tus palabras.
Priorizar la comunicación con Dios
Al leer el Antiguo Testamento y particularmente algunos de los pasajes de hoy, puede que te resulten bastante impactantes. No hay respuestas fáciles ni explicaciones sencillas. Hay muchas cosas que son difíciles de entender. Quizá sea mejor enfocarnos en lo que podemos comprender.
En este pasaje resulta evidente la importancia vital de tu relación con Dios y que pases tiempo con Él. La expresión «aroma grato al Señor» aparece en distintas ocasiones (15:7,10,13,24). Se requerían ofrendas para hacer «un sacrificio expiatorio» (v.25). Esto nos lleva a estar a cuentas con Dios. Y para ello se requiere el perdón (vv.25-26,28). Todo esto preparaba la ofrenda de Jesús mismo, quien nos ofrece perdón y expiación total de modo que podamos tener una línea directa con Dios.
Jesús transformó nuestra comprensión del día de reposo. El pueblo de Dios daba una importancia enorme a este día el cual consistía en una jornada apartada para pasar tiempo con Dios. Puede que ya no apliquen las reglas del día de reposo , pero el principio del día de reposo de apartar tiempo para descansar y pasar tiempo con Él sigue vigente.
El propósito del día de reposo es forzarnos a hacer una pausa y evitar que «los impulsos de [nuestro] corazón [o] por los deseos de [nuestros] ojos» (v.39) se vuelvan nuestros ídolos. Se espera de tu parte que te consagres a Dios (v.40). El Señor quiere atraerte a sí mismo (16:9). Es en virtud de la importancia de esta relación que cualquier amenaza a ello, causada por la insolencia o la rebelión (vv.1-2), debe tomarse con seriedad (vv.1-35).
Tienes el privilegio de vivir en la era del Espíritu Santo y ser capaz de disfrutar la libertad que Jesús ha logrado por medio de la cruz y la resurrección. Esto te permite disfrutar sin temor alguno de una línea directa con Dios. Estos pasajes te animan a aprovechar al máximo este privilegio extraordinario y pasar tiempo a solas con Él, deleitándote en Su presencia y llevando tus peticiones ante Él.
Oración
Señor, ayúdame a llevar una vida que te agrade, a permanecer cerca de ti cada día y encontrar tiempo para pasar a solas contigo.